Una caja de recuerdos
y fiestas de guardar.
Media vida en cada intento
y la otra media en pinzas de metal.
Ya es un clásico
seguir la zanahoria con tu aliento aquí detrás.
Un desorden milimétrico
me acerca hasta el lugar.
Lleva a cabo mi propósito
de ser cuchillo y presa a la par.
No es tan trágico,
jugar con la distancia y heredar su soledad.
Cuarteles de Invierno
rompiendo su silencio.
Muñecas de hielo,
testigos de este encierro.
Fue tan largo el duelo que al final
casi lo confundo con mi hogar.
Botiquines para amnésicos,
leyendas de ultramar.
Soldaditos pre-soviéticos,
firmé mi Guerra y Paz particular.
Hay un misterio
de mapas que no llevan al tesoro
ni a epicentros
a punto de estallar.
Son las leyes de la física
y el tiempo no se pone en mi lugar.
Ya es un clásico,
perdí el salvoconducto y ahora espero al emisario
... que nunca llegará.
Cuarteles de Invierno
rompiendo su silencio.
Muñecas de hielo,
testigos de este encierro.
Fue tan largo el duelo que al final
casi lo confundo con mi hogar.
Por mucho que vuelvo
no encuentro mis recuerdos.
Los busco, los sueño;
lo propio ya es ajeno.
Cayeron los bordes
y el vaso ya está lleno.
Y ahora sólo intento vaciar
Sólo necesito despegar.
Fue tan largo el duelo que al final
casi lo confundo con mi hogar.
Fuente: musica.com
Letra añadida por chuy_emmanuel95